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Por qué necesitamos territorios ecofeministas


Salimos a las calles una vez más para visibilizar que el cambio climático no es una crisis que sólo afecta al planeta, sino también a las personas. Las mujeres y otras minorías son especialmente afectadas debido a las estructuras del sistema en el que estamos. La violencia sistémica lleva a que las desigualdades sociales predominen y empeoren, lo que significa que esta crisis inevitablemente impactará en mayor medida a grupos sociales que son discriminados y marginalizados por la sociedad. Esto evidencia la necesidad de soluciones interseccionales, donde se considere tanto la emergencia climática como se reconozca a todas aquellas personas que son más afectadas simplemente debido a su identidad. Alcanzar este tipo de soluciones es inviable sin una perspectiva ecofeminista en la que la prioridad sean las personas y el planeta. Una perspectiva que se centra en la idea de que no hay justicia climática sin justicia social.


Los ecofeminismos son teorías y prácticas que sostienen la existencia de vínculos profundos entre la subordinación de las mujeres y la explotación destructiva de la naturaleza. La lucha contra la crisis climática es también de fuerte carácter feminista, anticolonial, antiracistas y por los derechos humanos de las personas.


El ecofeminismo no es solo una ideología, sino que también un estilo de vida, una forma de entender los territorios y la lucha por los mismos. Por eso, para poder aplicarlo en el día a día no basta que nos identifiquemos con esta perspectiva, ya que necesitamos un ambiente que nos proporcione las herramientas necesarias para poder alcanzar esta realidad. De ahí sale la importancia de vivir en ciudades y territorios ecofeministas. Necesitamos un contexto que nos permita sentirnos cómodas y seguras en el día a día y no haya ningún tipo de discriminaciones sistémicas que impacten a mujeres y otras minorías. Necesitamos ciudades cuyos ambientes pongan en el centro la vida y no el capital, busquen soluciones tanto educativas como legales para los problemas locales y globales a los que tantas veces se cierran los ojos.


Millares de mujeres y personas son víctimas de un sistema en el que aquellos que tienen poder siempre optan por aislarlas y discriminarlas. Pero esto se puede cambiar. Las personas que forman el gobierno y que tienen poder político pueden cambiar esta realidad. No se puede luchar contra el cambio climático sin una perspectiva inclusiva que defienda la vida.


Para llegar a una realidad en la que las ciudades ecofeministas predominen, se tienen que tener en cuenta distintos factores. Uno de ellos es la financiación por parte de los bancos y gobiernos. Mientras se dirijan fondos a proyectos de combustibles fósiles, estaremos más lejos de las ciudades que queremos. Se ha demostrado que cuando se invierte en este tipo de proyectos solo después de aproximadamente 16 años se recibe el beneficio. Debido a que dentro de ese tiempo el planeta ya no va a poder estar dependiente de combustibles fósiles, esto llevará a quiebras en los bancos que tendrán que ser rescatados con dinero público. Esto llevaría a una catástrofe económica que afectaría enormemente a los ciudadanos. Por consiguiente, las injusticias sociales se agravarían y llevarían a que, una vez más, el estilo de vida de las mujeres y otras minorías sea precario. Estamos cada vez más cerca de una de las mayores catástrofes económicas debido a la financiación de combustibles fósiles, que resultará en una crisis social más seria aún de la que presenciamos a día de hoy. Por esta razón, a la hora de pensar en ciudades ecofeministas es muy relevante que la justicia climática y social estén presentes constantemente, no dando espacio a esquemas económicos para beneficiar a multinacionales y bancos y poner a las personas y al planeta en último.


El ecofeminismo es un movimiento plural. La dualidad cuerpo-naturaleza actual se ve directamente afectada por el entorno, cuando hablamos de entornos, también hablamos de pluralidad de realidades. La emergencia climática cada vez se agrava más y vemos como desde movimientos ciudadanos se proponen soluciones basadas en la justicia climática. Este día de acciones climáticas ponemos el foco en el tipo de territorios que queremos habitar, donde la vida esté en el centro. En el centro del urbanismo, la movilidad, la vivienda, la sanidad y las políticas públicas. Nos movilizamos por territorios ecofeministas y todo lo que conlleva.


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Fuentes:




Muchas gracias @JuventudxClima💚

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